quarta-feira, 13 de outubro de 2010

POLONIA HERMETICA Y MISTERIOSA

Cracovia
Polonia se encuentra en pleno corazón de Europa y de su historia más convulsa. Este país llegó a desaparecer de los mapas hasta tres veces y sus cambiantes fronteras son asimismo una muestra de las profundas transformaciones experimentados por Europa durante el pasado siglo y también en el presente.

Hay lugares que nos acogen con una alegría y cosmopolitismo que parecería que hemos dejado atrás las huellas de la guerra. Pero no es así. En Cracovia el pasado siempre es presente, y convive con manifestaciones culturales de todo signo, como corresponde a la ciudad más internacional del País. Varsovia recibe al visitante con un aire más adusto, más formal, como si tuviera que apresurarse para llegar a alguna parte. Varsovia tiene dos vidas, una, la de su zona de negocios y otra que parece existir al otro lado de una invisible divisoria.  Contrasta la vejez de la parte nueva, y la juventud de su barrio antiguo, pero sus habitantes se mueven a sus anchas entre estos contrastes, porque en Varsovia se han vivido todos los ismos: comunismo, capitalismo, catolicismo. Vida y muerte. Y como símbolo, una cruz levantada por los muertos del accidente de Smolensk, y un cartel poblicitario que anuncia la cerveza Lech bien fría (Lech es también el nombre del presidente muerto en el accidente).  Humor negro o costumbre ¿Quién sabe?


Kazimierz
 En las zonas rurales se esconden obras maestras del renacimiento polaco, como en Kazimierz, o castillos sobre colinas que escaparon a la furia nazi (al igual que Wawel, en Cracovia). Sandomierz es la cuna del pedernal veteado y escenario de un famoso programa de televisión en el que un cura resuelve misterios y conduce su bicicleta por el barrio antiguo. Y es que es una ciudad para bicicletas y misterios, con sus pasadizos subterráneos que antiguamente se usaban como depósitos de mercancías.



Janowiek
 
Cracovia

La lengua también contribuye a ese aire de hermetismo y misterio, por lo menos para los hispanohablantes que se acercan a ella por primera vez ¿por qué tantas consonantes juntas? ¿Cómo es posible pronunciar esos sonidos, rsz, cz, etc,? y sin embargo, con rapidez, también la lengua se vuelve asequible, eso sí - al igual que en el caso de Polonia- uno tiene que querer dejarse conquistar por ella.

Bruni con Tomasz en Sandomierz
Texto de Bruni Roman, española de Palencia, doctoranda en Antropologia Iberoamericana de Universidad de Salamanca - USAL, que contribue asi con ese blog narrando su ultima aventura de viajera compulsiva e ya ha vivido en los más diversos sitios en Europa, África y Sur América, siempre con su mirada antropologica

2 comentários:

Mag disse...

Que buen artículo, Bruni! Conseguiste entender Polonia bastante. Y si, el polaco me parece uno de los idiomas imposibles de aprender para los extranjeros :) Sólo un detalle, que el castillo se llama "Janowiec", no "Jonowiek". Espero que hablemos sobre tus impresiones más algún dia.

Brunhilde disse...

Es verdad, es lo que comentaba de los nombres polacos, que me cuestan mucho, jaja, pero bueno, poco a poco. Gracias por el comentario y perdona la tardanza en contestar.

Bruni