Bruni, Roberto y Regina |
"En Salamanca, la buena y original cocina japonesa cuenta con un local típico de ambiente acogedor, se trata del café y bar Japonés “AI” (palabra que significa amor), en la calle las Begonias, nº 6. Allí, además de disfrutar platos elaborados de la mano del chef Mashi, un japonés casado con la salmantina Conchi, se puede quedar de pinchos japoneses acompañados por típicas bebidas japonesas como el té verde o una auténtica cervecita Kirin o Asahi.
Roberto y Bruni en la barra del AI con Conchi y Maschi |
La decoración del local recrea la cultura de Mashi, con frases escritas en su idioma que despiertan la curiosidad de la gente que va allí. La primera vez que estuvimos allí - Roberto, Bruni y yo - a principios del mes de enero de 2010, nos sentimos verdaderamente bien, tanto que, pasado un año, volvemos otra vez para repetir nuestro encuentro anual, ya que Roberto reside actualmente en Corea, Bruni en Palencia y yo en Salamanca.
Hay que desfrutar los pinchos |
El lugar transmite un tremendo bienestar y ganas de pasar allí el tiempo probando los coloridos pinchos y raciones en la compañía acogedora de los dueños que hablan sin descanso de sus experiencias de vida y de cómo se conocieron. Mashi y Conchi tienen una historia que, contada por ella, adquiere una cierta singularidad. Se conocieron en España, él estudiante aficionado a los toros había venido a Castilla de becario y por su deseo de aprender la cultura y tradición de los toros conoció al padre de Conchi, quien le inició en el mundo del toreo, y luego la conoció a ella, de muy jovencita. Se casaron vestidos los dos con ropa de toreros y se fueron a vivir a Japón sin que ella hablase una sola palabra del idioma de su marido, por eso nos cuenta muchas cosas interesantes de su vida hasta hoy. Ahora viven en Salamanca, tienen una hija de 16 años y otra de 11 y están felices y contentos con su trabajo.
En ese momento en que Japón sufre con los efectos que el terremoto y tsunami dejaran en algunas regiones de ese país de gente fuerte, solo tenemos que pedir a “San Pancracio”, para que envíe su luz para clarear el Japón y a su pueblo en la reconstrucción de las zonas afectadas por esos estragos de la naturaleza. El santo genera la prosperidad y en el “AI”, tiene su sitio sagrado alimentado de una taza de vino, que cambia Conchi a menudo, para darle las gracias de su negocio que va a tope".
Firma: REGINA
"El Ai es un lugar de encuentro entre dos mundos en el que conviven felizmente una figura de San Pancracio con un maneki neko, -gato de Japón y otros países asiáticos que se pone en casas y comercios para atraer la buena suerte- platos exóticos expuestos en el mostrador típico de una tasca, cencerros y cómics manga. También es un lugar para compartir y conocer, en el Ai se puede encontrar un público variopinto, desde los “autóctonos”, la gente del barrio y de pueblos de Salamanca, hasta estudiantes asiáticos, o nostálgicos que han pasado por Japón y reviven sus experiencias junto a un takoyaki y un vaso de sake.
Conchi y Mashi los anfitriones |
Firma: BRUNI
"Como ya viene siendo una tradición cada vez más arraigada, Regina, Brunhilde y Roberto se dirigieron a disfrutar de la cultura gastronómica nipona y a tocar el cencerro al establecimiento garridense AI, que significa amor en lengua japonesa. Ahí pudimos disfrutar de una gran variedad de tapas japonesas preparadas por Mashi-sensei y disfrutar de su agradable compañía así como la de su esposa Conchi. Especialmente nos encantó el oyakodón, literalmente tazón del progenitor y el vástago ya que entre sus ingredientes se encuentra carne de pollo y huevo ¿Adivináis quién es el padre y quién el hijo?
Bruni tocando el cencerro de las manos de Roberto |
Regina igual que Bruni quizo tocar el cencerro de las manos de Roberto |
Bueno, el caso es que terminamos tan agradable velada, como no podía ser de otra manera, tocando el cencerro. Deseamos que Mashi y Conchi tengan, con ayuda de San Pancracio, mucho éxito ya que se lo merecen por su duro trabajo y buen humor. ¡Mata kimasu!".
Firma: ROBERTO
TEXTO: REGINA CLARA DE AGUIAR CON LA COLABORACIÓN DE BRUNI Y ROBERTO